Lo
primero que tienes que tener en cuenta cuando llegas a Lovaina es que
su nombre es Leuven, para los flamencos, y Louvain para los
francófonos belgas. Si lo olvidas creerás que te has equivocado de
lugar porque todos los carteles e indicativos remiten a Leuven.
Estamos en la capital del Brabante flamenco, en la región de
Flandes.
Luego, debes recordar que aquí está la universidad católica más antigua del mundo, la Katholieke Universiteit Leuven, KULeuven, fundada en 1425. Es también la universidad más grande de Bélgica, con alumnos de más de cien nacionalidades, muchos de ellos con becas erasmus, apelativo que aquí viene como anillo al dedo pues Desiderius Erasmus Roterodamu, humanista más conocido como Erasmo de Roterdam, que dio nombre a estas becas europeas, fundó en 1517 en esta ciudad el Collegium Trillinguae (latín, griego y hebreo), la primera escuela de lenguas clásicas del mundo. (En verdad, erasmus es el acrónimo de European Region Action Scheme for the Mobility of University Studens, buscado para hacerlo coincidir con el viejo Erasmo).
De
Lovaina se dice que es una ciudad de estudiantes y monjas aunque,
como muchos estereotipos, actualmente es una verdad a medias pues si,
efectivamente, estudiantes son la mayoría de sus residentes, las
monjas, beguinas en realidad, mujeres independientes que se retiraban
de la vida social, sea por haber quedado viudas, porque sus maridos
estaban en la guerra o porque no querían contraer matrimonio, y
vivían en comunidad, no necesariamente con votos religiosos ni de
manera permanente, son un recuerdo del pasado. El Gran Beguinaje, el
barrio reservado a las beguinas, conservado como si éstas acabaran
de salir, está declarado Patrimonio de la Humanidad. y sus
instalaciones sirven de alojamiento a profesores y estudiantes
universitarios.
A
poco que te dejes llevar por Lovaina acabas en la Oude Mark, la
plaza vieja, también conocida como la mayor barra de bar de Europa.
La plaza es una sucesión de bares con terrazas casi siempre llena de
gente bulliciosa dispuesta a saborear una de las muchas y ricas
cervezas belgas, cada una de las cuales requiere de su vaso
específico. La viajera descubrió en este lugar las cualidades de
las cervezas de frambuesa, razón por la que guarda un recuerdo
agradecido a la ciudad. La cerveza local es la Stella Artois, que
tiene aquí su sede.
Un
poco más allá de la Oude Mark se encuentra la Grote Mark, la Plaza
Mayor, donde se levanta la joya de Lovaina: su ayuntamiento gótico.
Se empezó a construir en el siglo XV y se acabó en el XIX. A lo
largo de estos siglos se fueron incorporando estatuas de personajes
ilustres y escenas bíblicas, hasta un total de 236. El edificio es
un conjunto recargado pero muy hermoso.
Frente
al ayuntamiento, la iglesia de San Pedro, construida en el siglo XV.
El proyecto contemplaba una torre de 170 metros pero por problemas de
cimentación se quedó en los 50 metros. En el campanario, llama la
atención un gran reloj dorado con un campanero que se mueve al
compás de la sonería.
Pero
si de algo se sienten verdaderamente orgullosos los vecinos de Leuven
es de su biblioteca. Se asegura que llegó a guardar 300.000
documentos. Durante la primera guerra mundial sufrió grandes
desperfectos y la pérdida de importantes fondos medievales y
renacentistas. Fue reconstruida con ayuda de Estados Unidos. En
agradecimiento, el carillón de su torre tiene tantas campanas como
estados continentales estadounidenses: 48. Durante la ocupación
alemana en la segunda guerra mundial la biblioteca volvió a arder y
de nuevo fue reconstruida.
Ante
ella, en una amplia plaza se alza una especie de aguja en cuya parte
superior hay una enorme mosca ensartada. La composición se llama
Totem y es obra de Jan Fabre. La mosca de Lovaina/Leuven/Louvain.
Lo de las beguinas siempre me ha parecido muy interesante...nadie ha dicho nada sobre que no bebieran cerveza, incluso de frambuesa.
ResponderEliminarGracias por el paseo