Ana María Matute: el invento de la vida
Desde primera hora ya se veía que el 25 de junio de 2014 iba a ser un
día para el recuerdo. A primera hora se anunciaba la dimisión de Magdalena Álvarez,
imputada por el caso de los ERE’s de Andalucía. Álvarez deja la vicepresidencia
del Banco Europeo de Inversiones, una bicoca por la que percibía más de 20.000
euros mensuales, argumentando que el gobierno Rajoy quiere colocar a uno de los
suyos en la vicepresidencia. De los ERE’s, ni media palabra. Pero ha dimitido.
A media mañana, saltaba la noticia de la dimisión de Willy Meyer,
sempiterno candidato de Izquierda Unida al Parlamento Europeo, por participar
en un fondo de pensiones gestionado por una sicav de Luxemburgos, un tipo de
empresas que gozan de grandes desgravaciones fiscales.
Las sicav no son ilegales –contra lo que muchos quisieran- pero resulta
incongruente que quienes se quejan de los privilegios que gozan las grandes
fortunas, se apliquen a sí mismos esos privilegios. Meyer, que había sido muy cuestionado
internamente en las últimas elecciones, no es el único que ha firmado dicho
fondo de pensiones pero dimite por ello.
Un poco antes, el juez Castro imputaba a la infanta Cristina por
blanqueo de capitales y delitos fiscales. La hija y hermana de reyes no va a ir
a la cárcel, seguramente ni siquiera sea procesada, pero a estas alturas muy
pocos ignoran ya que ella y su esposo –los aún duques de Palma de Mallorca-
montaron un chiringuito para vivir de los réditos que reportaba el apellido, de
comisionistas. La infanta imputada, lo nunca visto.
Pero lo que marca realmente el día, lo que hace de hoy una fecha para
el recuerdo es la marcha de Ana María Matute, una escritora libre, rebelde y
siempre moderna, enamorada de la palabra. Matute, una de las excepciones entre
tanto macho de la Academia de la Lengua, deja una producción literaria de la
pueden disfrutar por igual niños y mayores. El que no inventa, no vive,
declaraba hace tiempo. Su ingenio, su inventiva hace palidecer cualquier noticia
por extraordinaria que ayer nos hubiera parecido. El inmenso poder de la buena literatura.
Tomemos un gintónic en su memoria, mientras retomamos alguno de sus libros.
ResponderEliminarUn abrazo
ves porque vengo a tu blog! para sentirme menos rara... y siempre consigues reconfortarme... porque sí... porque ayer, entre todas las noticias que comentas, la única que me dejó realmente tocada fue ésta... la única que me hizo dejar el tenedor a mitad camino y necesitar un minuto para asimilarla fue esta pérdida...
ResponderEliminary es que hay autoras (y autores) a los que nos duele perder... como dice pilar, retomaremos alguno de sus libros para homenajarla...
gracias por el post!! y como siempre, un placer...
besotes!!