Venecia es una ciudad
única e inigualable, mágica. Asentada en una laguna, muchas de sus calles son
canales por las que circulan góndolas –las menos- y motoras de distinto pelaje,
vaporetos, taxis y lanchas miles. Sin contar los barcos -incluidos los enormes
cruceros- que atracan casi a la vera de San Marcos. Es una ciudad hermosa pero
vulnerable, muy vulnerable, pues lleva en su esencia, el agua, su propia destrucción.
Sobre la ciudad de los
canales han escrito cuantos han pasado por ella, tal es la impronta que deja en
los visitantes. Protagonista ella misma de sesudos estudios y de novelas
románticas, de acción o de misterio. Sus mil recovecos se prestan a ello, al
romanticismo y a la intriga.
Donna Leon es una
escritora americana que eligió vivir en Venecia y que en esta ciudad sitúa la
acción de sus novelas que tienen en el comisario Brunetti como protagonista.
Escribe en inglés y asegura que sus novelas raramente son traducidas al
italiano, por lo que apenas es conocida en su ciudad adoptiva, lo que le otorga
un anonimato que le permite zascandilear por Venecia sin la impedimenta de la
fama.
Al margen de la trama
policiaca de sus novelas, a través de sus personajes, singularmente del
comisario Guido Brunetti, pero también de su mujer, Paola, y de sus hijos,
Chiara y Raffi, de su ayudante Vianello, del jefe –vicequestore- Patta, de la
signorina Elettra, Donna Leon hace un retrato de la sociedad veneciana, sus
costumbres, sus virtudes y sus vicios, que parece muy ajustada a la realidad,
con una ironía más latina que sajona.
En la última de estas
novelas –Muerte entre líneas- se narra el robo de varios libros valiosos de una
biblioteca pública, para su venta a coleccionistas con dinero y sin escrúpulos.
En alguna otra novela Brunetti ha aludido al proyecto Moisés -un sistema de
compuertas ideado para proteger a la laguna y a la ciudad de la subida de nivel
del agua- a su elevado coste y las redes de intereses tejidas en torno a plan.
Pues bien, días atrás el alcalde de Venecia era detenido junto a una treintena
de personas, acusado de corrupción vinculada al proyecto Moisés. El alcalde,
Giorgio Orsoni, conocedor quizá del aguante de su electorado, había pactado con
la fiscalía una pena menor y una multa al tiempo que anunciaba su intención de
no dimitir. El primer ministro italiano, Matteo Renzi, le ha “persuadido” de la
conveniencia de una retirada y el alcalde, finalmente, ha dejado el
ayuntamiento.
Deseando estoy de leer
cómo interpreta Donna Leon esta dimisión, inédita en los anales de la
corrupción veneciana, italiana y –para qué vamos a andarnos con remilgos-
española.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCosas de escribir directamente, decía que:
ResponderEliminarMe has tocado mi fibra sensible, la novela negra; conozco bien las aventuras y pocas desventuras de Brunettí y de su bella esposa, de toda la narrativa relacionada con la novela negra, posiblemente sea la obra de Donna Leon la más fácil de leer, aunque su fama se haya elevado con motivo de la serie de televisión.
Ya que hablamos de autores italianos de novela negra, me gusta mucho más la obra de Andrea Camilleri sobre el Comisario Montalbano, como la obra de Donna Leon, igualmente se está emitiendo por la 2 los sábados por la noche, la acción de este comisario se desarrolla en Sicilia con la mafia siempre pululando por ahí.
Que disfrutes con la novela de Donna.
Saludos