lunes, 2 de noviembre de 2015

Dolorosamente hartas

En el verano de 1978 Eta mataba casi a diario. Aunque la banda terrorista nunca ha hecho remilgos en materia de víctimas, por entonces, militares y policías estaban entre sus favoritas. Tras cada atentado, se producían las consabidas condenas. Y así un día y otro día.
El 30 de agosto de aquel año, la Asociación Profesional de la Policía hizo público un comunicado en el que se declaraban “dolorosamente hartos” de ver morir impunemente a sus compañeros y de “las huecas declaraciones de condena de los grupos políticos y sindicales” y de la “alarmante desprotección que padece la sociedad”.
La nota era un aldabonazo y tuvo un efecto devastador en el gobierno y en la opinión pública. Los firmantes fueron expedientados por expresarse fuera de los canales reglamentarios pero la queja quedó en la memoria colectiva para los restos.
Pues bien, siendo muchos y muy execrables los crímenes cometidos por Eta, a lo largo de sus 43 años de macabra existencia el balance fue de 829 víctimas, algo menos de 20 por año.
Simultáneamente, en España estamos padeciendo un terrorismo que sólo entre el 1 de enero de 1999 y el 30 de septiembre de 2015 ha ocasionado 1.028 víctimas. Es éste un terrorismo de baja intensidad -expresión cínica que puede traducirse por ahí me las den todas-; de baja intensidad porque las víctimas son mujeres y porque los asesinos son hombres que reivindican sus ancestrales derechos de dueños y señores.
Con picos que van desde las 76 en 2008 a las 52 de 2012, en los últimos diez años la estadística no ha bajado de 50 víctimas cada ejercicio. Medio centenar de mujeres asesinadas al año por el único hecho de ser mujeres, a manos de asesinos que matan sólo porque así se sienten hombres.
Sin embargo, la violencia machista -el terrorismo machista- no forma parte de las actuaciones políticas prioritarias para este gobierno y está por ver si aparece en los programas de los partidos en las próximas elecciones. Hay semanas que se registran tres, cuatro asesinatos, pero nadie se da por aludido, nadie se cuestiona qué tipo de enfermedad aqueja a esta sociedad que cree natural rendir un tributo de sangre de medio centenar de mujeres para acallar a un monstruo insensible e insaciable: el machismo.
Parece razonable que las mujeres estemos dolorosamente hartas. Hartas de tanta hipocresía, de tantas declaraciones huecas mientras se vacía de presupuesto a la Ley de violencia contra las mujeres, aprobada por el gobierno de Zapatero.
Dolorosamente hartas de que las mujeres que denuncian amenazas o violencia no sean suficientemente protegidas.
Dolorosamente hartas de que las mujeres maltratadas sean las que tengan que abandonar su vida cotidiana, ocultarse, alejarse, mientras los maltratadores resultan intocables.
Dolorosamente hartas de que la mayoría de los hombres aún no hayan caído en la cuenta de que en este bando de víctimas y asesinos, ellos están en el lado de los que matan, sin que sientan la obligación de hacer o decir algo. Algo. 
Dolorosamente hartas de que hoy haya sido asesinada otra mujer y no pasa nada. Nunca pasa nada.

5 comentarios:

  1. Hace unos días comentaba en un bloc las causas que aquí tenemos para erradicar, dentro de lo que cabe, la violencia: machista, doméstica o como quieran llamarla, a fin de cuentas es que por cuestiones atávicas el hombre quiere ejercer su poder ancestral sobre una mujer que desea actuar en libertad.
    Decia que nuestros problemas para erradicarla vienen de una educación que sigue siendo machista, olvidamos que aún se segrega en algunos colegios por sexos, los libros de texto no son menos machistas el igualitarismo no existe, la familia, que decir, en muy pocas los hijos y las hijas realizan tareas igualitarias en la mayor parte de los casos, las niñas ejecutan tareas propias de la mujer. Si hablamos de las instituciones, aquí la crisis ha hecho su agosto, recortando en formación a jueces, fiscales y policiales, ha recortado en recursos humanos e igualmente en materiales, ¿que decir de esas ONG que se dedicaban a atender a las mujeres en situación de riesgo con las casas tuteladas?, buena parte de ellas han echado el cierre por falta de ayudas. En fin no quiero extenderme pero aquí tenemos mucho que hacer.

    Un saludo

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    1. La crisis se ha cebado en los más débiles, como siempre sucede, pero el déficit de igualdad es un problema endémico. Afecta a la sociedad entera pero hay muchos hombres, la mayoría, que aún no se han enterado.
      Saludos

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  2. creo que en lo que va de año llevamos ya cuarenta y cinco mujeres asesinadas... yo siempre digo lo mismo, porque creo que explica muy bien el tema, si cambias la palabra mujer, por otro colectivo, que pasaría?... imagínate que en lo que va de año lleváramos cuarenta y cinco políticos asesinados, o cuarenta y cinco taxistas, o cuarenta y cinco futbolistas, o cuarenta y cinco malabaristas... habría alarma social!... se abrirían las noticias con este dato... pero son mujeres (somos mujeres), nos están matando, y como bien dices, tristemente no pasa nada... ni siquiera todas nosotras estamos preocupadas por este dato... algo tiene que cambiar y pronto, porque esto es insoportable... y la expresión es perfecta, estamos dolorosamente hartas...
    besos!

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    1. Coincido contigo, ya lo sabes, pero estamos en minoría.
      Es insoportable, sí, sobre todo para las mujeres que mueren.
      Besos.

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  3. Harta de que nos maten y parezca "un accidente". Hartas muy hartas

    Un beso

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