Esta mañana, en la Plaza de Colón se han
reunido algunos cientos de personas, creo que no muchos, convocados por alguna
de las varias asociaciones de víctimas del terrorismo. La de hoy queda muy
lejos de aquellas manifestaciones que tanto gustaba el PP cuando estaba en la
oposición y utilizaba el terrorismo como palanca contra el gobierno. Curiosamente, el discurso principal de hoy era
una patada en el trasero de Rajoy.
Hoy, justamente, se cumplen 38 años del
asesinato de los abogados de Atocha. Cinco profesionales que fueron
acribillados a balazos por el único delito de ser de izquierdas.
Su memoria debería estar viva siempre y hoy
más que nunca por dos razones: porque explican mejor que cualquier discurso que
en la transición la izquierda pagó un precio muy alto, también en vidas, y porque
cuando se habla de víctimas del terrorismo demasiadas veces se obvian algunos
muertos.
La izquierda lo pagó bien, pero lo peor es que hoy, aquellos que cayeron en la guerra incivil, o durante el tiempo que duro la dictadura, o ya en la democracia, están siendo olvidados por todos, dicen que hay que olvidar.
ResponderEliminarSaludos
Demasiados muertos callados, la dignidad de la izquierda es siempre más silenciosa, quizás por ello les resulta más fácil obviarlos.
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