Cada
cual tiene sus manías. A mí me gusta empezar el día leyendo las noticias. Saber
qué pasa por el mundo. Así que, en cuanto me pongo la pestaña, abro el chino
–en cualquiera de sus formatos- y brujuleo por los digitales. Lo normal es que el
aparato chorree malas noticias: un avión que se estrella, el Banco Central
Europeo que aprieta las clavijas a los países pobres, Merkel en modo Bismark,
la socialdemocracia totalmente perdida, la izquierda local a bastonazos entre
ellos mismos, un banquero que olvida el latrocinio de los suyos y se pone a impartir lecciones de política o de moral, el capitalismo en todas sus formas blandiendo el látigo negrero…
Pero,
en ocasiones, el chino te regala un mensaje o una imagen reconfortante. Hoy ha
sido en facebook donde he encontrado la imagen que encabeza esta entrada. Os presento:
es Tito Juan Pablo, el último eslabón de una saga de alfareros con alma
artista. Los Tito son palabras mayores en Úbeda, pero no sólo allí. Este otoño,
la Diputación de Jaén organizó una exposición con las piezas de ese taller que
han puesto el punto de época en el cine y en algunas series de televisión.

Sin
menospreciar lo coyuntural, cuando miro alguna de las piezas de Tito, que
conservo como un tesoro, pienso que cuando hayamos olvidado las noticias que
ahora nos agobian: la estafa financiera, el chantaje de los bancos, el
canibalismo de IU, la inconsistencia del PSOE, la voracidad del PP, el aumento
de la desigualdad en la sociedad española, las piezas de Tito seguirán
ofreciéndonos esa dosis de belleza sencilla e intemporal que hace la vida un
poco más apacible.
¿Y aún hay quien se pregunta para qué necesitamos la belleza?
ResponderEliminarUn abrazo
Tiene una hermosura la paridera que no se qué que qué sé yo. Y los ángeles de abajo con las manos extendidas esperando...¡qué belleza!
ResponderEliminarEl chupacharcos , tecnica milenaria y ancestral para hacer gozar a las mozuelas.
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