lunes, 18 de julio de 2011

Las fosas de la memoria

La fecha tiene resonancias de tristeza y pesadumbre: 18 de julio. Fecha del alzamiento militar contra la República. Un enfrentamiento entre dos formas de entender el país, la economía, la política, la vida. Tres años de guerra, 39 de posguerra. Miles de muertos en las trincheras y muchos miles más en la retaguardia. Media España azuzando a la otra media. La materia gris huyendo en desbandada.

Una brecha en la historia de España.

Estos días se están extrayendo medio centenar de cadáveres de una de las fosascomunes que se abrieron en las inmediaciones de Aranda, en la provincia de Burgos. Nunca hubo frente en la zona. Los muertos cayeron de forma alevosa. La guardia civil, los falangistas, grupos bendecidos y alentados por el clero, fueron a por quienes consideraron sus enemigos, los sacaron de sus casas, de sus lugares de trabajo, los llevaron a las afueras del pueblo, dispararon sobre ellos y los enterraron en zanjas, abandonados en descampado.

En la fosa que ahora se ha abierto parece que la mayoría de enterrados eran ferroviarios que prestaban servicio en la estación de Aranda. Su delito es haberse afiliado a UGT.

Ocurrió en agosto de 1936. 75 años después hay heridas que aún sangran.

2 comentarios:

  1. Y mucho me temo que seguirán sangrando porque no somos capaces de hacer una autocritica constructiva, sin duda la deuda sin pagar de la transición.

    Un beso

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  2. Pilar tiene mucha razón. No sabemos. No llegamos.

    Hay heridas como zanjas.

    Vengo a abrazarte fuette.

    Abrazísimo.

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