miércoles, 17 de agosto de 2011

Pijillos del mundo unidos


Todo se acaba, también las vacaciones. Al contrario que otros años, cuando la ciudad se nos aparecía desierta, en esta ocasión Madrid nos espera lleno a rebosar. Es la visita del papa, advierten los informativos.

Ayer no se podía dar un paso por el centro de Madrid sin toparse con miriadas de adolescentes con pinta de cristopijos, acompañados de monjas desafiando al calor con sus hábitos preconciliares y a curas de aspecto dinámico.
Nada que objetar por mi parte, cada cual es dueño de escoger su disfrute y, si le place, su penar. Lo del hábito - con el termómetro coqueteando con los 40º- era para nota.
Hoy, los pijillos del mundo unidos se han expandido por el transporte público. Desde primerísima hora el metro está lleno a rebosar. Entran en los vagones por cientos, no miran, están de fiesta. Vocean de un extremo a otro. Saltan, se jalean. Están a gusto, parece. Me dan ganas de recordarles que el metro, que a ellos no les cuesta, no es gratis, lo pago yo y otros como yo, pero me callo y apelo a mi espíritu tolerante: son jóvenes, me digo. Son jóvenes, en efecto, y pertenecen a una especie bien conocida: derrochan salud, ropa de buen corte y de marca, parecen ultrafelices.
En la calle se han cruzado dos grupos numerosos. De un lado, varias decenas de italianos vocingleros. De otro, un grupo de aspecto oriental. ¿De dónde sois?, preguntan en inglés los italianos. De Hong Kong, responden aquéllos. Y, acto seguido, jalean: Hong-Kong, Hong-Kong. Responden los italianos: Italia, Italia. Esta mañana he visto algo parecido, esta vez Venezuela, la, la frente a Panama, a, a.
En un andén del metro, un grupo de jovencitas de rasgos asiáticos ejecuta una danza acompañándose de sus abanicos. Cientos de voces aúllan en el anden de enfrente. Cerca de donde espero al tren un grupo entona una canción que me resulta vagamente familiar. Tardo en identificar el "tantum ergo", al que ellos imprimen un aire de marcha. Una mujer, que ya no cumple los 50, introduce una canción que no me suena en absoluto pero que todos conocen y cantan. Cuando terminan, algunos levantan las palmas de las manos en un gesto vagamente fascista. Seguro que para ellos no tiene el mismo significado, pero no puedo evitar un cierto escalofrío. Van sobrados, estos chicos.
Suyo es el mundo. Se saben poderosos y lo serán, sin duda. Están llamados a dirigir las empresas, la economía, la política, el mundo. Para eso sirven las iglesias: para incubar los huevos del poder. Algunos de estos muchachos que hoy se pasean por Madrid seguirán quizá vinculados a la iglesia, otros se alejarán pero, no importa, han aprendido los mecanismos que mueven el sistema. Esa es la lección que se desprende también de actos como el que ahora se celebra en Madrid. Miradme bien, mirad lo que puedo hacer, dice la jerarquía a quien quiera entender.

Y hay quien entiende el mensaje, seguro.
Por si acaso, hoy la policía no se ha atrevido a desalojar de la Puerta del Sol a los cristopijos cuando pasaba por el lugar la manifestación autorizada a los ciudadanos defensores del estado laico. Manifestación autorizada, insisto. Estado laico, repito.

Pues esos son los manifestantes que han cobrado: los laicos.
La delegada del Gobierno de Madrid es una de las que entienden el mensaje. Está haciendo méritos para ministra de Interior. Cuando el PP llegue al poder. Ahora sólo falta que Zapatero le imponga la medalla al mérito civil.

3 comentarios:

  1. Cuánto odio dejas entrever. Cuánto rencor alberga tu corazón. Mi oración de esta noche irá por ti y por lo que son como tú. Gente que no ha visto la luz. Almas extraviadas. Ovejas perdidas. Hijos pródigos.

    El Retiro está precioso. PRE-CI-O-SO. La Feria Vocacional es todo un acierto. Las hermanas se están esmerando a más no poder. Una sonrisa ilumina mi rostro, pero me apena pensar en personas como vosotros, personas vacías, pobres de espíritu.

    Por cierto, salgo en la primera foto. Al fondo, a la derecha, con camiseta roja. ¡Soy yo!

    ¡¡ESTA-ES-LA-JU-VENTUD-DELPAPA!!

    ResponderEliminar
  2. Larisa, ya decía yo. Esa cara me suena, esa cara me suena. La próxima, avisas.

    ResponderEliminar
  3. Cristopijos????

    Me parto...;)

    realmente doy gracias al calor (40º) que no me deja pensar...

    besos

    ResponderEliminar

Lo que tú digas