martes, 15 de noviembre de 2011

La coxígena

En los años que pasé en el internado coincidí con una compañera que era excesiva en todo. Si se enamoraba, aseguraba que sentía los éxtasis de los místicos. Si rompía la relación, se ponía a morir. Si tenía jaqueca, se escondía de la luz y de las voces. En una ocasión, cayó por las escaleras y se dio un golpe soberano en el hueso de la risa. Lo que viene conociéndose como una buena culada. Se pasó un mes quejándose de lo que le dolía la coxígena. Logró que recordáramos de por vida el nombre de ese hueso donde la espalda pierde su digno nombre.
Fue, como en ella era habitual, tan reiterativa que cada vez que alguien se queja de un dolor agudo pienso en la coxígena de mi amiga.
Desde verano combino en mis lecturas dos tipos de libros: novela sin mayores pretensiones y ensayos sobre asuntos económicos o sociales. Así, por mi ebook han pasado, entre otros, Adiós, Heminway de Leonardo Padura; Acceso no autorizado, de Belén Gopegui; La vida después, Marta Rivera de la Cruz; Los fantasmas de Roma, de  Paloma Gómez Borrero o Pequeñasinfamias, de Carmen Posadas (estos dos últimos perfectamente prescindibles).
Pero también ha caído Indignaos, ese opúsculo salido del magín de Stéphane Hessel, un viejecito venerable con arrestos para cantar las cuarenta a las generaciones. Una especie de cosquillejas en la planta de los pies. No es que duela, pero incomoda.  
Luego me eché al coleto Reacciona, libro colectivo y desigual. Me gustaron las aportaciones de José Luis Sampedro, de Federico Mayor Zaragoza, de Rosa María Artal y de Nacho Escolar. Y el libro me dejó un poso de desasosiego.
Ya lanzada, me estoy leyendo Hay alternativas, un libro que viene avalado por Attac. Me parece que es tan ilustrativo, tan lúcido y transparente que viene a ser como una bofetada en los morros. Eso nos pasa por tontos y por dóciles, viene a decir.
Empero, el más contundente de ellos me parece que ha sido El declive delos dioses, de Mariano Guindal. 
Mariano es un periodista que empezó su carrera en la transición y se ha especializado en información económica. Pero es, sobre todas las cosas, una buena persona. Se puede estar de acuerdo o no con su manera de ver las cosas pero lo que es seguro es que no hará sangre. No conozco a nadie que hable mal de él. Personalmente, le tengo mucho aprecio.
El libro hace un repaso a las entretelas de la economía española desde los estertores del franquismo al momento actual. Con la bonhomía que le es propia, sin mala baba. Se diría que ha puesto una grabadora ante el lector y ha dado al play. El resultado es absolutamente demoledor. Y descorazonador.
Cuando acabé de leer las 510 páginas de nuestra historia reciente me acordé de mi amiga. Me ha dejado dolorida la coxígena del alma. Y creo que me va a doler por mucho tiempo.

4 comentarios:

  1. Y es que se nos olvida que el saber, aunque ocupe poco ahora, sobre todo duele, porque la impotencia aprisiona el alma, y miras a tu alrrededor buscando a quien contarle lo que sabes, con quien compartir y con quien idear el modo de cambiarlo, pero, de repente, estas sola en mitad de una ciudad que solo corre.

    (hemos coincidido en bastantes)

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  2. Bufffff, pues cualquiera se expone a esta "culada" sabiendo el resultado!

    Me lo apunto...para cuando me despeje

    Besitos

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  3. No me gusta dar consejos (que cada cual sabe equivocarse solo) pero el libro de Mariano y el de Hay alternativas creo que son de los imprescindibles para entender qué está pasando. Aunque duela

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  4. Si no fuera porque mi mujer nunca ha estado en uninternado, diria que conozco a tu amiga de toda la vida.
    Sepas que el dolor de la coxigena perdura cuarenta annos despues (maldito teclado ingles (acento en la e)) y que a veces rediviva con ganas.
    "El declive de los dioses", me lo apunto.
    Un besino.

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