sábado, 21 de abril de 2012

Así empiezan

 Muchas veces me he preguntado cómo los alemanes que vivieron en los años 30 y 40 del pasado siglo pudieron soportar tanta miseria moral, tanta descomposición ética sin rebelarse. Casi tantas veces como me preguntaba por qué los ciudadanos de cualquiera de los países de aquella Europa admitieron mansamente el advenimiento del nazismo, primero, la invasión de Polonia, de Checoslovaquia, luego, el totalitarismo comunista después.

Muchas veces me he planteado ¿cómo puede un país, una sociedad degradarse hasta el punto de admitir la mezquindad política y social que precedió a la guerra civil, la crueldad de aquella guerra y la indignidad general de la larguísima posguerra? ¿No hubo nadie que se percatara de la degradación paulatina? ¿Nadie que pusiera coto a los desmanes?

Me parecía imposible que aquel clima pudiera reproducirse en nuestros tiempos. Hemos avanzado, somos más cultos, estamos más preparados políticamente, ya no hay las diferencias sociales que se daban en los años 30 en España, me decía.

En cuanto a Europa, pensaba que Alemania había quedado vacunada de cualquier tentación de dominio europeo por las bravas pero ahí tenemos a una canciller dictando lo que hay que hacer ante un Parlamento, una Comisión y un Consejo europeos sordo, ciego y mudo.

Pues bien, empiezo a entender cómo ocurren los procesos históricos. Lo estamos viviendo. Estamos viviendo el desmantelamiento de un incipiente estado de bienestar; estamos viendo el proceso de vaciado del sistema democrático; somos testigos de cómo el gobierno protege a los poderosos y desprotege a los más débiles. Cada día nos van privando de un derecho que creíamos definitivamente conquistado. Y nos callamos. Nos callamos. Nos callamos.

Tenemos miedo, oigo repetir. Lo tenemos, es verdad. Pero eso no nos salva. Al contrario, nuestro miedo es lo que les hace fuerte a ellos. Nuestro miedo es lo que les permite hacer lo que quieren. Tienen el poder que nosotros no sabemos ejercer.

Así empiezan los procesos históricos, ya lo voy entendiendo.

4 comentarios:

  1. Comprender el proceso solo lo hace más doloroso, cada día amanece con un golpe más y tan solo conseguimos encontrar la postura en la que nos duela menos, un proceso similar al de las personas que sufren maltrato, se culpan, entienden que lo merecen y lejos de protestar o defenderse, se pliegan tratando de desaparecer.

    Pero esto no es un mal sueño, me temo.

    Un abrazo

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    1. Esa es la táctica que está utilizando el gobierno, la de los maltratadores. Quieren que creamos que la culpa es nuestra y que lo hacen por nuestro bien.
      Solo las chicas listas, como nosotras, sabemos que lo hacen por el bien de los poderosos, que son de los suyos.

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  2. Estos se amparan en la mayoría que les votó.
    Se olvidan de la otra mitad de España que votó a diferentes izquierdas.

    Sólo nos queda confiar en que la mayoría que les votó les recuerde hasta donde.

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    1. Otra alternativa es que paguen los gastos quienes los votaron, je, je

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