martes, 20 de agosto de 2013

El ex marido de Rosalía Mera

Ha muerto la mujer más rica de España. Es un buen titular; fácil, no hay que pensar mucho para concluir en tal aserto. Al parecer, es cierto, aunque pocos hayan tenido la oportunidad de constatar la cuantía de tamaña fortuna. Antes de cumplir los 69 años que tenía cuando la muerte la llevó consigo, Rosalía Mera había acumulado el mayor capital conocido a una mujer española; el mayor en el ámbito mundial entre los labrados por una misma persona: no lo había heredado, no formaba parte de una saga financiera, se lo había trabajado ella sola.

Había hecho de la discreción una forma de vivir. No obstante, se conocía que suya había sido la idea de confeccionar aquellas batas de boatiné que están en el origen de la industria textil ahora englobada en la marca Inditex. Se sabe también que en los primeros años del proyecto trabajó codo con codo con su marido, cosió, repartió trabajo en el vecindario, distribuyó la confección…

Se sabe también que el matrimonio tuvo dos hijos, que el menor padecía una grave enfermedad. Se sabe que la mujer se dedicó al cuidado de estos hijos al tiempo que participaba en el negocio familiar. No se tiene constancia de que el padre atendiera a esos mismos deberes familiares.

La pareja se separó después de veinte años de matrimonio. Por entonces, el ex marido tenía ya una hija de otra relación. De eso hace 27 años. Rosalía reorientó su vida, mejoró su formación y aplicó su fortuna en proyectos de amplio rendimiento social. Creó la Fundación Paideia para proteger a personas con discapacidades similares a la que padecía su hijo e invirtió en laboratorios que, entre otros proyectos, investigan líneas de curación del cáncer. Fue aumentando su fortuna hasta convertirse en la mujer más rica de España.

Pues bien, pese a su extraordinario curriculum, durante toda su vida fue considerada la ex mujer de Amancio Ortega, la ex mujer del dueño de Zara. Como si viviéramos en el medievo, no se la miraba como una persona de valía, que debía ser mucha, sino en función de con quien se relacionó durante una parte de su vida. No como alguien autónomo capaz de generar riqueza, sino como propiedad o ex propiedad de un hombre, este sí titular de cualquier mérito. 

En el momento de su fallecimiento, sólo algunos medios han reconocido estos méritos y han hablado de su inteligencia, de su ingenio, de su capacidad de trabajo, de su abnegación familiar, de su compromiso social, de su habilidad para rentabilizar su fortuna.

Espero que, de ahora en adelante, a ese prohombre de la industria y las finanzas que es el señor Ortega se le conozca como el ex marido de Rosalía Mera, el ex marido de una mujer que tuvo la intuición de ver dónde se abría un nicho de consumo y la capacidad de emprender una industria en ese segmento. El ex marido de una mujer valerosa que dedicó su energía en cuidar a los hijos de ambos, uno de ellos con una severa discapacidad. El ex marido de una mujer que nunca olvidó sus orígenes y siempre se reconoció de izquierda. El ex marido de una mujer excepcional.

Los hombres tendrán que aprender a ser ex. Mientras eso no suceda, mientras las mujeres –incluso la mujer más rica de España- sigan siendo identificadas, nombradas, conocidas, valoradas en función del hombre que les sea próximo, habremos avanzado muy poco. Porque por esa misma regla de tres, si la mujer ha ser siempre de alguien, ese alguien o cualquiera otro, puede tener la tentación de pensar por ella, de decidir por ella, de disponer qué es lo mejor para ella.

En lo que llevamos de año, más de medio centenar de mujeres ha perdido la vida a manos de hombres que no sabían o no querían ser el ex. 

8 comentarios:

  1. Una de las cosas más tristes de la vida es que hablen bien cuando ya estás muerto...
    Particularmente me rechinan los dientes cuando escucho frases como la mujer de... o la ex de... Nadie es una pertenencia, es un ser único que decide compartir su vida con otro, por qué es tan difícil de entender...
    Como siempre un escrito lleno de razón.
    Un abrazo cálido

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    1. En este caso peor aún porque ni siquiera estaba ya vinculada a él.
      Un saludo, Alondra.

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  2. Hasta que no ha muerto, no había sabido nada de ella. Fijaté si estaba ignorada.

    Un beso

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    1. La discreción no es una virtud muy valorada en estos tiempos, ya lo ves.

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  3. Te doy toda la razón. Yo ni sabía quien era esta mujer hasta que no ha muerto, aunque confieso que tampoco me doy mal por la vida ajena de ricos y famosos. Y creo que aunque sea injusto seguiremos por un tiempo siguiendo los roles machistas que estan implantados desde hace siglos en esta sociedad

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    1. Esta mujer era algo más que rica. Era una mujer innovadora, importante por sí misma más que por su dinero. Ha sido una gran pérdida.

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  4. No puedo estar de acuerdo, "la ex" es igual que "el ex" depende de quien tenga mas fama, todo lo demás es marear la perdiz
    Saludos cordiales

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    1. A mí es que me encanta la perdiz bien mareada, creo yo.
      Saludos, Toni.

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