jueves, 15 de mayo de 2014

Las mujeres no somos de las suyas



Lo que diferencia una sociedad civilizada de otra salvaje es el respeto a la vida. Nadie es dueño de la vida ajena, las armas le son confiadas al Estado exclusivamente para la defensa del bien común. Este es un principio obvio que, no obstante, es preciso recordar en días como los que vivimos.
Con la misma obviedad hay que constatar que hay que tener muy malos sentimientos para alegrarse de la muerte de alguien, menos aún si la persona ha sido asesinada. Esto es así cuando atañe a Isabel Carrasco, presidenta del PP y de la Diputación de León, y cuando corresponde a los cientos de mujeres anónimas víctimas de violencia machista.
En el caso de Carrasco todo apunta a que el asesinato responde a un crimen pasional: pasiones se desbordan y no se saben controlar, un asunto personal, en suma.
No obstante, una vez más, los políticos han vuelto a demostrar que sólo les conmueve aquello que les afecta directamente y han acudido en tropel a llorar a una de las suyas. Un presidente y un ex presidente del gobierno español, dos presidentes autonómicos, varios presidentes de diputaciones, parlamentarios, representantes del espectro político se han apresurado a hacerse visibles en los funerales de la mujer asesinada, cosa que no hacen cuando la asesinada es una víctima de la violencia machista. Por si quedaban dudas, los primeros espadas de todas las formaciones políticas nos han recordado que las mujeres no somos de las suyas, sólo somos de las nuestras.

6 comentarios:

  1. Te reflexión final me parece correcta pero corta, estos mismos políticos son los mismos que ha generado que miles de familias, muchas de ellas con hijos menores, sean echadas de sus casas; que muchos trabajadores hayan sido despedidos de sus empresas para poder engordar y sanear una banca que ellos hundieron, son los mismos políticos que han propiciados que muchas familias no tengan ni para comer teniendo que acudir a comedores sociales, son los mismos políticos que no generan empleos para los jóvenes, son los mismos políticos que dicen que "vamos bien" cuando en la calle se ve que la cosa no va bien, son los mismos políticos con varios sueldos en su haber o con cuentas en paraísos fiscales.

    No creo que la gente se alegre de un asesinato de un político; pero también han sido muchos, demasiado los ciudadanos que han muerto, o se han suicidado por las causas expresadas en el punto anterior ,en tanto que los políticos han mirado para otra parte, la gente ha sacado la rabia que tiene metida, pero al igual que en las manifestaciones un grupo la lia y todos son metidos en el mismo saco, aquí ha ocurrido igual. Para estos políticos con dudosa carga democrática son motivo para justificar cierres de servidores, perseguir a los manifestantes o cualquier situación que pueda afectarles, hay que callar a la plebe. Me avergüenzo.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Emilio: en ésta es una de las pocas en las que escribo con el freno echado. Porque me saldrían tales barbaridades que no son para repetir: todo lo que tu dices y un montón más. Pero sí, tienes razón. Mi abuela, que era una mujer poco instruída pero sabia, tenía una frase misteriosa para hablar de la justicia: Dios no se queda con lo de nadie, decía. Yo no soy creyente pero, en ocasiones como ésta, tiendo a creer que algo de razón tenía.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. pues sabes qué?... prefiero ser de las nuestras que de las suyas...
    yo hace poco decía que si en lo que va de año, hubieran asesinado al mismo número de políticos (o banqueros, o pelirrojos) que de mujeres por violencia de género, se habrían tomado medidas de excepción, se habrían dictado nuevas leyes al respecto, y se estaría debatiendo en tertulias, radios, y hasta en el congreso y el senado...
    y después de ver lo que ha pasado en los últimos días, me reafirmo en mi teoría...

    que me ha encantado tu post...
    muchos besos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como bien sabes, el machismo se ha cargado a muchas más mujeres que todos los terrorismos juntos. Parece que no pasa nada porque en esta cuestión las muertas las ponemos nosotras y ellos, que ponen a los asesinos, no se dan por aludidos de que el problema es suyo.

      Eliminar
    2. Creo que te equivocas cuando dices que es problema de la violencia es de los hombres. El mono, desde que bajo de los árboles y se convirtió en humano ha tenido el poder y este ha ido pasando de hombre en hombre hasta hoy, mientras tanto la mujer en casa, haciendo la colada y pariendo, por eso, después de miles de años ¿como se va a dar por aludido?, por ello digo que el problema es fundamentalmente vuestro, sois las que os matan. Es cierto que en esa lucha también hay muchos hombres luchando codo con codo y que consideran que se está perdiendo la capacidad de la mitad de la humanidad, esa mayoría piensa que hay que cambiar todo ¿pero como?, ¿educando a las nuevas generaciones?, para cambiar habría que quitar la educación de la mano de los hombre, por ahí se incluyen los malos vicios del poder del hombre sobre la mujer, no cabe duda que en esa batalla contra la violencia, las mujeres tenéis todo que decir, difícil es esperar soluciones de mano de unos hombres que manifiestan que la mujer es un ser inferior (Cañete en la Cadena Ser en el día de hoy 16.5.214)

      En mi blog de forma más o menos indirecta en mi última entrada hablo de esta cuestión gracias al motivo que me dio la foto de los grandes empresarios españoles con el presidente de Gobierno.

      Saludos

      Eliminar
  3. Hace unos días que antes de escribir pienso y repienso, incluso escribo y borro, y no me siento ni medio cómoda con ello.
    El asesinato de esta señora me parece reprobables, pero hay tantas cosas que me lo parecen antes que lamentablemente como mi capacidad de empatía (y de ganas de sufrir a palo seco y sin que sirva para nada) es limitada, sigo más pendiente de si algún dependiente consigue materializar su derecho, o alguna familia no irse bajo un puente, u otra mujer es asesinada, vejada o maltratada por el mero hecho de ser consciente de que no tiene porqué someterse a un hombre que para más inri se supone que la quería.
    La muerte de esta señora es lamentable, seguro, pero la trascendencia y la alarma creadas las merecen otras muchas, si no antes, al menos a la vez.
    En fin espero que nada de lo dicho sea constitutivo de delito.

    Un fuerte abrazo y gracias por estar ahí y no perder el pulso.

    ResponderEliminar

Lo que tú digas