Hoy no se puede leer el periódico, ni oir la radio ni ver la
tele. No, si quieres evitar una úlcera de estómago y conservar un poco de
cordura.
Trae algún digital información detallada de la reunión mantenida por la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el
ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, con José Manuel
Lara, el dueño del Grupo Planeta, (Antena 3, La Sexta, Onda Cero o La Razón).
El objetivo del encuentro –los ministros fueron quienes se desplazaron a casa
del empresario- era pedir a Lara que recortara la presencia de Podemos en las
televisiones del holding y a cambio el gobierno podría abrir la mano con nuevas
concesiones de licencias. En pocas palabras: se ha puesto sobre la mesa la
libertad de expresión como moneda de cambio. Está por ver el resultado de la
propuesta como está por ver cuánto tiempo puede aguantar Planeta con los
números rojos que arrastra.

Si uno consigue avanzar la jornada sin desmayo, mejor que
pase por alto las imágenes de la policía entrando con uniformes y pertrechos de
asalto en la casa de una familia con tres hijos, el menor de mes y medio, y los
padres en paro. La familia ocupaba un piso de la Empresa Municipal de la
Vivienda de Madrid que, como parte del patrimonio municipal, fue vendido a un
fondo de inversión bien definido como fondo buitre. Al no poder pagar el
alquiler de la vivienda porque carecen de ingresos, han sido desahuciados. El fondo
de inversión ha recordado, por si fuera preciso, que ellos compraron los pisos
para ganar dinero no para hacer caridad, que para eso ya está Caritas.
Medio centenar de policías antidisturbios se han presentado
esta mañana en la vivienda y han reventado la puerta del piso a golpes. Las imágenes
son desoladoras. La familia desahuciada y miembros de la Plataforma Anti
Desahucios que les han venido apoyando habían tratado de atrancar la puerta con
una nevera y un colchón para dificultar el acceso. Inútilmente, en la grabación
televisiva se ve cómo los golpes consiguen forzar la puerta y remover los
obstáculos y, finalmente, cómo aparecen los cascos de los agentes
antidisturbios que expulsan a la familia de la casa. La madre, en un aparte, da
el biberón al pequeño de la familia.
Las imágenes son de tal violencia moral que se te encoge el
alma. Cuando te recuperas, te preguntas si la policía antidisturbios está para
desalojar por la fuerza a familias que no pueden pagar un sitio donde vivir; o si
los ciudadanos cedemos al Estado la exclusividad del uso de las armas para que
el gobierno lo aplique contra personas indefensas cuyo único delito es ser
pobres mientras con esas mismas armas, financiadas con nuestros impuestos, protege
a empresas que, como Coca Cola, se niega a cumplir la sentencia que declara
ilegal los despidos incluidos en el Expediente de Regulación de Empleo.

En vista de lo cual, he abierto el Código de Ternura al buen
tuntún y me ha salido: La ternura es el camino para derribar muros y construir
puentes.
Será eso.
Fantástica entrada y no porque los hechos no los conociera, pero lo has explicado tan bien que entran ganas de hacer algo para romper este sistema corrupto e injusto, aunque la verdad, dentro de no mucho podremos hacerlo, yo daria a leer tu artículo.
ResponderEliminarSaludos
Fantástica entrada y no porque los hechos no los conociera, pero lo has explicado tan bien que entran ganas de hacer algo para romper este sistema corrupto e injusto, aunque la verdad, dentro de no mucho podremos hacerlo, yo daria a leer tu artículo.
ResponderEliminarSaludos
Nada, que voy a tener que comprarme una tele nueva o aprender cómo funcionaba la vieja. Creo que me estoy perdiendo algo interesante.
ResponderEliminarHoy no me quedan ni ganas.
ResponderEliminarUn beso