lunes, 6 de marzo de 2017

El 8 de Marzo voy a hacer huelga revolucionaria

El 8 de marzo se celebra cada año el Día Internacional de la mujer. La conmemoración no es de ahora. Arranca el 8 de marzo de 1857, cuando un grupo de trabajadoras textiles salió a manifestarse por las calles de Nueva York en protesta por las miserables condiciones de su trabajo. Unos años después, el 5 de marzo de 1908, la misma ciudad de Nueva York vivió con sorpresa la huelga de un grupo no muy numeroso de mujeres que reclamaban igualdad salarial y una reducción de jornada laboral a diez horas para poder amamantar a sus hijos. Durante esa huelga se produjo un incendio en la fábrica Sirtwoot Cotton en el que murieron más de cien mujeres. Todo apunta a que el fuego fue provocado por el propietario del negocio como respuesta a las reivindicaciones de las trabajadoras. Dos años después, en Copenhage la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras declaraba el 
8 de marzo como Día de la Mujer Trabajadora. De ahí venimos.


Este año de 2017 a las reivindicaciones históricas: igualdad salarial a igual trabajo, reparto de tareas en el ámbito doméstico, reparto de las tareas del cuidado, igualdad de derechos, etc, se añade una protesta contra la violencia machista. Por si alguien no se ha enterado a estas alturas, nos están matando a pares. Cada día, cada hora, cada minuto, en algún lugar del mundo y también de España, aquí al lado, hay un hombre que se cree con derecho a decidir sobre la vida de una mujer. Y como se cree con derecho, la mata. Nos matan. Una violencia insoportable que, sin embargo, parece que no le importa a nadie, que a nadie mueve a tomar medidas adecuadas, antes al contrario, se recortan presupuestos de apoyo a las mujeres maltratadas. 


El movimiento feminista ha convocado una jornada de huelga este 8 de marzo. Dice la RAE que huelga es la "interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta. ¿Cómo hacer huelga una jubilada? Para eso está también la RAE, que especifica seguidamente que la huelga revolucionaria es aquella "que responde a propósitos de subversión política, más que a reivindicaciones de carácter económico y social. 


Voy a hacer una huelga revolucionaria. No testimonial, efectiva. No voy a hacer ninguna de las tareas que tengo asignadas, distribuidas de común acuerdo y a partes iguales con el colega. En consecuencia, no voy a hacer la comida, ni la compra, ni voy a planchar. Tampoco voy a comprar nada en esas empresas que cosifican a la mujer en su publicidad. No voy a hacer nada, ya lo he dicho. ¿Por qué? Por mi nieta, que aún no está en condiciones de hacer huelga. Porque es nuestra obligación dejar a nuestras hijas y nietas un mundo más acogedor. 


Porque quiero que ella pueda elegir lo que quiera ser: pintora o fontanera, ingeniera industrial o maquinista, maestra o informática, diseñadora, delineante, bombera, lo que quiera. Que pueda decidirlo libremente, sin condicionantes de ningún tipo. Que pueda acceder al estudio y al trabajo en las mismas condiciones que lo harán sus compañeros varones, que gane igual, que trabaje igual, que ascienda igual, que sea considerada igual que cualquiera de ellos. Y que cuando vuelva a su casa, si elige compartir la vida con alguien, ese alguien sepa que tiene las mismas obligaciones, las mismas tareas, las mismas responsabilidades y el mismo derecho al descanso que mi nieta. Ni una más pero ni una menos. Y que sepa, sobre todo, que mi nieta es una ciudadana con plenos derechos, esto es, que puede elegir con quien vivir y con quien no quiere vivir. Libremente, sin temores. 

Quiero que mi nieta viaje donde quiera, que salga cuando quiera y vuelva cuando le parezca bien. Sin miedos. Sin miedo. Que si sale por la noche y vuelve sola a casa y oye pasos cerca, sea el servicio municipal de la limpieza y no un acosador. Quiero que pueda vestirse como le parezca sin tener que dar explicaciones a nadie. Quiero, en suma, que sea una mujer, una persona libre. Quiero mirarle a ella y a su futuro con la misma tranquilidad que lo haría si fuera chico en vez de la espléndida adolescente que es ya. 


Por eso, y por algunas razones más, voy a hacer huelga este 8 de marzo. Una huelga revolucionaria. Porque a las mujeres solo nos salva ya una revolución.       

3 comentarios:

  1. ole!!
    yo hoy me iré antes del trabajo para ir a la manifestación... y además me llevaré a mi madre a su primera mani del ocho de marzo...
    hay mucho que hacer, pero poco a poco espero que consigamos todo lo que quieres para tu nieta... por es lo justo, porque es necesario, y porque somos muchas convencidas de que podemos hacerlo!!
    un abrazo!! que tengas un feliz día!! y gracias por esta maravilla de post!!

    pd. nosotras hoy tampoco hemos hecho la comida...

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  2. Un escrito con el que me identifico plenamente. ¿Sabes lo qué siento? que tengamos que recordarlo cada año cuando todos los días tenían que ser el día del "ser humano" mujer, niño, hombre, anciano, blanco, negro, etc. etc. Pero ya ves, leemos las noticias o vemos las imágenes y nos echamos las manos a la cabeza y los políticos hablan y hablan pero las mujeres seguimos siendo ciudadanos de segunda categoría.
    Por mi parte intenté hacer labor con mis hijos, creo que lo he logrado y seguramente otras madres también y así, de pequeñas semillas espero que vaya cambiando el mundo para mejor.
    Un abrazo

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  3. el mundo es y sera una porqueria si señor
    Meencantó tu entrada

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