lunes, 16 de mayo de 2011

De Sol a Atocha


Tengo una cierta habilidad para encontrarme en el sitio exacto, en el momento justo. Me ha pasado más veces, yo lo interpreto como un don. Hay quien tiene facilidad para ligar o para aprender idiomas o para las matemáticas. A mi me suele pillar, casi siempre por azar o después de muchos vericuetos, donde ocurren cosas.

El pasado sábado habíamos hecho planes para ir al cine con unos amigos. Queríamos ver “Medianoche en Paris”, la última de Woody Allen, y luego picar algo. Un plan normalito para una tarde de sábado. Pero la tarde se metió en lluvia y viento y decidimos dejarlo para el domingo. Ayer, quedamos en casa para comer –un pollito de corral al champán, receta de Valdomicer- alargamos la sobremesa y a las 6 salimos a dar una vuelta por la villa, en fiestas de su patrono San Isidro, hasta la hora del cine.

La película nos gusta mucho. Sin ser lo mejor del director neoyorkino tiene ese aliento que desprenden los genios. Además, a los cuatro nos gusta París así que nos han dado una ración de dulce.

Pasan las 10 de la noche cuando salimos a la calle Montera –hemos ido a los Acteón-. Nos encaminamos en dirección a la Puerta del Sol pero una fila de policías, protegidos con cascos y escudos y armados con sus sistemas de reglamento, nos lo impiden. Están protegiendo la comisaría que se encuentra en esa calle porque unos 20 metros más abajo otra fila toma posiciones controlando a los que suben en dirección a Gran Vía.

- ¿Qué pasa?, preguntamos.
- Hay una manifestación de los antisistema en Sol, nos responde un agente.

Entonces, caemos en la cuenta de la convocatoria #15m que hemos visto en Twitter y de la que apenas se han hecho eco los medios convencionales. Una plataforma que se reclama pacifista y pide democracia real y reprocha a los partidos mayoritarios haberse arrojado en brazos de los mercados (por otro nombre dinero puro y duro) ha incendiado las redes sociales –facebook y twitter- convocando a manifestarse este domingo de mayo previo a las elecciones municipales y autonómicas.

¿Ésos son los antisistema? Me parece un chiste de Gila que quienes piden decencia pública y democracia real sean considerados el enemigo mientras se pasean a sus anchas quienes han vaciado las arcas públicas, quienes han especulado, quienes suben los precios de la vivienda y además los intereses de los créditos, quienes explotan, abonan salarios de miseria y despiden a trabajadores y luego se llevan su dinero a paraísos fiscales bendecidos por los gobiernos de turno de toco color. Es el mundo al revés.

Hacemos un intento de pasar pero los policías se nos ponen bravos. Por aquí no. Damos la vuelta y bajamos a Sol por la calle Tetuán. Cuando llegamos a Sol hay casi tantos policías como manifestantes, varias lecheras y alguna furgoneta del Samur pero no apreciamos jaleo. Seguimos por Carretas hasta la Plaza Benavente. Hay mucha gente pero no alboroto.

Volvemos a casa dándole vueltas a la situación política, a la crisis, a las perspectivas electorales del próximo domingo y a los signos de reacción que mi amiga dice observar. Es una optimista patológica.

Esta mañana, veo que la manifestación concluyó con enfrentamientos, que hay varios detenidos y que la policía se empleó a fondo. Como siempre que veo escenas como ésta creo que alguien debería introducir métodos de control más adecuados en las academias de policía y que los agentes se equivocan de enemigo.

No son estos manifestantes los que les han bajado el salario, los que establecen horarios que dificultan la conciliación personal y profesional, los que controlan los mercados. Alguien debería enseñárselo también en la academia.

Esta tarde, me he dado una vuelta por la Puerta del Sol donde un grupo de jóvenes ha acampado con el propósito de permanecer hasta después de las elecciones del domingo. Están distribuidos en corrillos, charlan animadamente, debaten, escriben. Algunos transeúntes se acercan, preguntan, charlan. Hay profusión de carteles reivindicativos. Fotografío uno que me trae eco de eslóganes que yo misma he coreado años ha. “Si no nos dejáis soñar no os dejaremos dormir”, reza.

Simpatizo con ellos, lo declaro. Me gustaría que prosperaran sus demandas, sus iniciativas, que tuvieran una estrategia y que ésta diera resultado, que no les manipularan, que no se aprovecharan de ellos. ¡Ay!

De allí voy a Atocha. En el Museo Reina Sofía Iñaki Gabilondo presenta una iniciativa –EncuentrosPOR- amparada por Prisa Radio.

Cuando llego, hay una cola regular. Me pongo a esperar mi turno. Entretanto, veo como accede gente peripuesta, el tipo de vip’s imprescindible en un estreno. Los vip’s se multiplican como si fueran panes y peces simultáneamente, que sólo falta el fotocall. La cosa empieza a parecer pitorreo. Me acerco a la puerta a preguntar por qué entran algunos y otros hacemos cola esperando. Entran los que tienen invitación, me responden, si se ha inscrito figurará en la relación y puede pasar. Efectivamente, estoy en la lista y me dejan entrar pero dejo tras de mí una larga cola. No me gusta el gesto.

El acto está bien. Es una declaración de principios un poco rimbombante. Un repaso a la galería de famosos inevitable en este tipo de actos. En el estrado, Nativel Preciado, una periodista a la que admiro; José Antonio Marina, el filósofo; Nacho Escolar, el periodista y bloguero, que cada vez me recuerda más al Juan Luis Cebrián joven. Todos hacen declaración de principios que llevo años oyendo. ¿Qué hay de nuevo en sus propuestas, en su actitud? Si lo hay, se me escapa.

Interviene también Montserrat Domínguez. Iñaki entrevista a alguno de los asistentes. José Carrillo, el recién elegido rector de la Complutense; Nicolás Sartorius, el ex diputado comunista. También habla con algunos de los jóvenes asistentes.

No sabría –no sé si querría- explicar por qué pero me parece que todo rezuma un aroma rancio. Los organizadores de esta iniciativa no son ajenos a la situación en que nos encontramos. Algunos de los que han accedido tan diligentemente a la zona vip’s no son inocentes respecto a la crisis.

Ojalá me equivoque pero, puesta a elegir, me parece más sincera la opción de Sol. Que a lo mejor no prospera pero es que lo otro es más de lo mismo, qué quieren que les diga.

1 comentario:

  1. Lo mejor, sin duda París.

    Me resultan más sinceros los de Sol, pero tengo la sensación que es preciso hacer algo más que decir que no, si simplemente nos damos de baja del sistema, ¿acaso no ocuparán nuestro sitio los que de ellos se benefician espúreamente?

    Un abrazo

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