viernes, 8 de agosto de 2014

En memoria agradecida de María Telo



María Telo Núñez era ya una mujer mayor cuando la conocí, a principios de los años noventa. Pero estaba tan dispuesta a ayudar en cualquier propuesta que se le hacía, tan abierta a colaborar con mujeres más jóvenes, era tan inteligente en sus propuestas, tan ágil en encontrar fórmulas adecuadas y útiles para avanzar en la igualdad que se te olvidaba que estabas ante una de las abogadas más destacadas de la posguerra, ante la que las mujeres siempre estaremos en deuda.

Había nacido en Cáceres en 1915 y había comenzado Derecho en la Universidad de Salamanca y, a falta de dos asignaturas para licenciarse, la guerra civil interrumpió sus estudios que, finalmente, acabaría en 1940. La dictadura le impidió convertirse en notaria, como era su propósito, pero fue la primera mujer en acceder por oposición al Cuerpo Técnico de Administración Civil del Ministerio de Agricultura y la primera en ser jefa de servicio. Se colegió en 1952 y se estableció como abogada especializándose en asuntos de familia. En 1956 ingresó en la Federación Internacional de Mujeres Juristas, donde ocupó un puesto de consejera entre 1964 y 1997 y la vicepresidencia en la década de los setenta y los ochenta.

Comprometida en la mejora del estatus jurídico y social de las mujeres y en la modernización del Derecho de Familia, tuvo una intervención destacada en las reformas del Código Civil de 1975 y 1981 que devolvieron a las mujeres parte de los derechos de ciudadanía que la dictadura les había hurtado. La ley “De la situación jurídica de la mujer casa y los derechos y deberes de los cónyuges”, de 1975, suprimió la licencia marital y la obediencia al marido. En 1981, la ley sobre “Filiación, patria potestad y régimen económico del matrimonio” establecía la patria potestad conjunta, la igualdad jurídica de todos los hijos y la igualdad de los cónyuges en la administración de los bienes gananciales; finalmente, la Ley sobre “Matrimonio civil, separación, nulidad y divorcio” regulaba el divorcio.

En los años noventa, la Federación de Mujeres Progresistas diseñó un plan de actuación que condujera a un nuevo contrato social para que mujeres y hombres pudiéramos compartir las responsabilidades familiares, el trabajo y el poder. Se reclamó entonces la colaboración de feministas y profesionales con experiencia en las materias que habría que adecuar. María Telo prestó su contribución y su respaldo a aquella iniciativa con entusiasmo e inteligencia en las cuestiones referidas al ámbito jurídico. En realidad, nunca se desvinculó de la defensa de los derechos de ciudadanía de las mujeres.

Poseía numerosas condecoraciones y premios por su actividad profesional pero nunca perdió la sencillez que es propia de las personas realmente valiosas.

María Telo Nuñez murió el pasado día 5. Las mujeres españolas que nacimos en la posguerra, aquellas que adquiríamos la mayoría de edad dos años después que los hombres, las que no podíamos abrir una cuenta bancaria, ni obtener pasaporte, ni viajar sin autorización del marido, las mujeres que carecíamos de derechos de ciudadanía hasta que mujeres como María Telo lograron cambiar la ley, hemos perdido a alguien que nos hizo la vida más digna. La sociedad española ha perdido a una de sus grandes. Alguien debería darse por aludido.      

2 comentarios:

  1. Mujeres como ella son responsables de dónde hemos llegado, otras en cambio pasarán a la historia por llevarnos de nuevo "a casa".
    Y mientras hay quien asegura que el feminismo no es necesario, ¿estamos tod@s loc@s?
    Un beso

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  2. Una total desconocida en Cáceres.
    Espero que, desde el Ateneo, hagamos algo por dar a conocer su personalidad.

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