lunes, 25 de mayo de 2015

Mujeres en el poder

La historia de España aconseja observar con cuidado los resultados de las elecciones municipales: las de 1931 le costaron el trono a Alfonso XIII. Desde la periferia del poder los comicios del domingo 24 de mayo se anunciaban como un cambio de modelo y de sistema y desde el poder se habían tocado los clarines del miedo. Los resultados vienen a ser la media aritmética entre los temores de unos y las ilusiones de otros.
El partido del gobierno ha sufrido un castigo contundente pero sigue siendo el partido más votado en el ámbito nacional, como si la corrupción que atraviesa toda su historia fuera fácilmente perdonable. El PSOE pierde peso electoral pero sigue liderando la izquierda. Entre los emergentes, Podemos rentabiliza sus alianzas electorales y logra presencia en ciudades como Madrid y Barcelona pero sigue inédito en lo que se refiere a candidaturas propias. Ciudadanos consigue una aparición fulgurante pero lejos de la presencia estelar que anunciaban.
Con todo, los cambios son muchos y, en algunos lugares, profundos. Y, como nota significativa, muchos de ellos protagonizados por mujeres. En Madrid, se ha producido una suerte de justicia poética: Esperanza Aguirre, que ha protagonizado una campaña electoral en su conocido talante faltón, no ha conseguido la alcaldía, ni siquiera si obtuviera el apoyo de Ciudadanos. Cristina Cifuentes, candidata in extremis a la Comunidad de Madrid, ninguneada por Aguirre, ha obtenido en la capital más votos que la aspirante a alcaldesa. En Valencia también ha caído Rita Barberá, envuelta en unos excesos a costa del presupuesto municipal y en la corrupción generalizada del PP valenciano. En Cádiz, Teófila Martínez, salpicada por el affaire Rato, perderá la alcaldía si pactan el resto de los partidos. Y en Castilla-La Mancha, Dolores Cospedal ha quedado pillada en su propio cepo: modificó el reparto de escaños autonómicos para garantizarse la permanencia y este recorte le ha privado de encontrar posibles aliados. A todas ellas la corrupción les ha pasado factura. A Rosa Díez, que no se presentaba a las elecciones, los pésimos resultados también le han pesado y ya ha anunciado que pasa a la reserva. Un auténtico cataclismo.
Relacionado también con las mujeres, hay otro nombre al que las urnas han vapuleado: Francisco Javier León de la Riva, cuyo principal mérito era haber sido el ginecólogo de Ana Botella cuando José María Aznar gobernaba en Castilla y León, pero que ha hecho de la misoginia su seña de identidad, no ha logrado revalidar la mayoría absoluta que le ha mantenido más de veinte años insultando impunemente a las mujeres desde la alcaldía de Valladolid, con la sonrisa complacida de sus pares en el partido y el silencio de las mujeres del PP.
En el otro extremo, los votos han aupado al estrellato a las mujeres: Ada Colau, será, previsiblemente, la primera alcaldesa de Barcelona; en Madrid, Manuela Carmena lo será con el apoyo del grupo socialista. Y en la Comunidad Valenciana las urnas han venido a hacer justicia a una mujer entregada: durante años, Mónica Oltra ha denunciado la pétrea corrupción del PP de aquellas tierras, casi siempre en una soledad inmisericorde. Ahora, su partido, Compromis, se ha convertido en la llave del gobierno de la Comunidad y del ayuntamiento de la capital valenciana.

Ada, Manuela y Mónica representan las esperanzas de un cambio, de una forma distinta de hacer política y de unas políticas diferentes dirigidas a la gestión de los asuntos públicos en beneficio de los ciudadanos y no de los bancos, de las personas y no del dinero, de todos y no sólo de los privilegiados. Que haya suerte.

2 comentarios:

  1. Tres mujeres que se encuentran en las antípodas de esas otras que salen, para ellas mis mejores deseos.

    Un abrazo

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  2. te leo y no puedo evitar sonreír... porque hace un rato hablaba de algo parecido con mi hermana... ella me decía que está contenta porque son mujeres (precisamente las tres que nombras al final de tu post) las que han ganado... las que podrían traernos el cambio... yo le he hecho notar que antes también había mujeres, pero, es distinto... verdad?... no sé como explicarlo, pero parece que las tres de las que hablamos, han llegado solas, no las "han puesto"... no sé si me estoy explicando...
    que me ha encantado tu post...
    y aunque no entiendo que no se haya penalizado más la corrupción y demás desmanes que han habido por estos lares y por toda españa, la verdad es que llevo sonriendo desde el domingo por la noche... ya ves tú que tontería, y lo contenta que estoy de que cambien las cosas...
    besotes!!! y como siempre, un placer pasar a leerte!!

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