miércoles, 29 de junio de 2011

Primus inter pares


Pertenezco a la generación de mujeres que necesitó de un permiso marital para abrir una cuenta corriente donde depositar un dinero ganado con el sudor de mi frente o heredado, cuenta a la que el marido tenía acceso por derecho de pernada. A la generación que necesitó de permiso marital para viajar al extranjero y, prácticamente, para decidir cualquier asunto de los que identifican a un ciudadano.

Sin apelar a identidades generacionales, yo misma podría evocar una larguísima letanía de situaciones irracionales en las que me he visto inmersa por el único hecho de ser mujer.

Así a bote propio, recuerdo la primera vez que hube de cubrir la información de una corrida de toros en representación del periódico para el que trabajaba. La organización del festejo se opuso a que estuviera en el callejón como el resto de mis compañeros aduciendo que las mujeres traían mal fario a la fiesta. Enfrentados uno a uno la “organización” fue reduciéndose hasta quedar prácticamente en cinco irreductibles – dos veterinario, un apoderado y dos subalternos – empeñados en que si yo estaba en el callejón no habría corrida.

Personalmente, ni siquiera tenía interés en ir a los toros pero, puesto que se trataba de mi trabajo, me planté en que o iba al callejón con el resto de periodistas (otro compañero, que era una plaza de segunda o tercera) o no escribía ni una línea. Mi director me respaldó. Como las horas pasaban y yo seguía sin el pase que proporcionaba la organización, el gobernador civil hubo de hacer una autorización especial para mí. Autorización que guardo en algún cajón para que algún día lo reciba mi nieta en herencia.

Suelo contar la anécdota para ilustrar hasta qué punto las mujeres hemos tenido que pelear los espacios conquistados.

Por eso me parece que hoy es un día para la celebración. Una mujer – ChristineLagarde – fue elegida ayer para dirigir el Fondo Monetario Internacional. Lagarde era ministra de Economía, Hacienda e Industria en Francia, una cartera que no es precisamente una “maría”.

Naturalmente, todos los ojos están puestos en ella, en cómo va a gestionar los difíciles momentos que atraviesa el FMI y las finanzas mundiales en general. Si acierta en su papel, el mérito se diluirá entre sus colaboradores. Si yerra, no faltarán voces que hablen de las carencias estructurales de las mujeres.

Quiero recordar, por si acaso, que su predecesor inmediato es el muy honorable Dominique Strauss Kahn, dimitido por incontinencia (por no haberse contenido ante una mujer, precisamente). Y que a Strauss Kahn le precedió el no menos honorable Rodrigo Rato, quien dejó los trastos a mitad de su mandato sin dar muchas explicaciones, más allá de que echaba en falta su casita en Madrid.

Cualquiera que sea lo que el destino depare a Christine Lagarde, el próximo día 5 de julio tomará posesión de uno de los puestos de más alta responsabilidad en el mundo de las finanzas. Y no lo hará desde una posición subordinada sino como primus inter pares.

4 comentarios:

  1. Puff lo que tuviste que aguantar en esa corrida de toros ...
    Poco a poco parece que la mujer va consiguiendo abrirse camino, bien por Christine Lagarde !
    Besos!

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  2. Y si lo hace fatal, si abusa, o mete la pata una y otra vez,si machaca a los débiles y apoya a los poderosos, lo hará igual que sus antecesores, con independencia de su sexo.

    Hoy se ha roto otra barrera, bien!!!

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  3. Bet: me pasé el festejo pensando que si por desgracia un toro cogía a un torero me fusilaban.
    Pilar: xactamente, como cualquier otro, que es de lo que se trata.
    Y sí, hoy ha caído otra de los miles de barreras... Estamos de enhorabuena

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  4. Y yo soy de los que tuvo que otorgar esa autorización.
    Ya solo es un recuerdo....

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