lunes, 19 de diciembre de 2011

Melancolía navideña


Las fiestas navideñas tienen un punto de melancolía. Excepto cuando se es muy joven y hay niños pequeños en la casa, son días en los que las ausencias se hacen más evidentes y resulta complicado casar las agendas de los mayores.

Eso, unido a un repunte de la crisis económica de la que no se ven brotes verdes ni de ningún otro color.  

Dondequiera que se mire el horizonte permanece oscuro:
-    Cerca de cinco millones de españoles carecen de empleo declarado.
-    Más del 40% de los jóvenes no encuentra colocación.
-    Más de 60 mujeres mueren al año en España víctimas de violencia machista.
-    Los presidentes de dos comunidades autónomas –la valenciana y la balear- están procesados por corrupción. (Sin mencionar aquellos que no lo están pero deberían estarlo)
-    Un ex alcalde y un presidente de club de fútbol de primera división acaban de ser condenados a siete años de prisión por lo mismo que han sido procesados los presidentes de comunidad.
-    El gobierno saliente ha repartido dinero por un tubo a bancos y cajas de ahorros dirigidos por gente nombrados al plom, chibiricú, chibiricá, chibiricuri curifá, un, dos, fuera.
-    Los banqueros y bancarios de esas mismas entidades y de otras varias se reparten dividendos, stock options y pluses variados por importe de más euros de los que el español medio percibirá en toda su vida laboral.
-    Los gobiernos saliente y entrante no parecen encontrar el punto de apoyo para salir de la crisis y si lo encuentran hacen como que no lo han visto.
-    Entra en parada cardiorespiratoria un partido político con 132 años de historia y no hay médicos capaces de aplicarle el boca a boca.
-    Se constata el agotamiento de la generación liderada por Rodríguez Zapatero.
-    El marido de la hija del anterior presidente de gobierno –la de la boda en El Escorial- se dedica a la lucrativa profesión de conseguidor. El padre de la niña parece conseguirlo sin hacer dedicación expresa.
-    El yerno real –el único real, porque el otro ya no es yerno- se dedicó durante años a obtener proyectos financiados con dinero público al socaire de su condición filonobiliaria sin que nadie se diera por aludido, incluida la nobiliaria de su esposa, que debía de pensar que eso era lo normal.
-    Los suegros reales del yerno real conocieron los tejemanejes hace años y, lejos de obligarle a devolver el dinero público, le buscaron al mozo una recomendación  -bien remunerada, sólo faltaría- y le alejaron del lugar de los hechos.

Ninguna de esas cuestiones ha merecido una consideración por parte del presidente in pectore en su discurso de investidura.

Las navidades de este año tienen una carga mayor de pesadumbre por la falta de perspectivas y por la coincidencia con el final de un ciclo, he oído repetir.  

Pesadumbre, abatimiento ¿Cómo sustraerse a la melancolía navideña? Ya, ni siquiera se puede confiar en los reyes.

3 comentarios:

  1. Pues, es sencillo, saca del congelador (lo metiste primero, claro) una botellita de cava, prepara unos dulces navideños en porciones diminutas y colocalos en una bandeja preciosa, mete un CD de música que te guste en el aparato, coge la mano de tu chico y brindar, ¿porqué? por todo lo bueno que teneis empezando por vosotros dos y ve ampliando el círculo, seguro que precisais otra botella ;)

    Besos mil, abrazos a mogollón y "a por ellos que son pocos y cobardes" que decía mi abuelo.

    Esta Navidad no nos la quitan, y el Año que viene ya pelearemos.

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  2. Pilar, querida, sabio consejo que seguiré disciplinadamente porque reconozco tu autoridad en la materia.
    Verte por aqui ya es una alegría para celebrar. Aparte de que yo era ya poco monárquica...
    Besos

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  3. ¡Eres única haciendo encoger el ombligo!
    A mí me cabe la esperanza de que el día 25 el dios Sol salga invicto de su lucha y empiece ¡¡¡¡El Invierno!!!

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