jueves, 30 de junio de 2011

Rezumando adjetivos

Los periódicos vienen hoy rezumando adjetivos tras la aprobación del programa de recortes que Yorgos Papandreu sacó ayer adelante en el Parlamento griego.  Los analistas más serios advierten que, con la aportación económica de la Unión Europea o sin ella, a Grecia le esperan tiempos difíciles y nadie garantiza que no acabe en la suspensión de pagos, ahora demorada.

El más lúcido y a la vez el más claro de esos análisis es el de Ignacio Escolar, mi bloguero favorito.  Recuerda algo que con tanta frecuencia olvidamos: que a quienes estamos sacando las castañas del fuego es a los bancos europeos que han comprado la deuda griega.

Los adjetivos de la prensa se refieren también a los miles de manifestantes que en Atenas se han manifestado contra las medidas aprobadas en el Parlamento. Están desesperados. Con razón. Están conduciéndolos a un callejón sin salida.

Por la tarde, paso por Sol. Hay un grupo de gente, muchas mujeres, discutiendo sobre algo pero voy con prisa y no puedo pararme a conocer de qué hablan. Leo en twitter que Rubalcaba y algún otro político están tratando de acercarse al movimiento de “indignados”, de recoger algunos de sus planteamientos.

Esta mañana, el Congreso de los Diputados aprueba una tímida mejora a favor de los hipotecados: se aumenta la cantidad no embargable pero permanece la obligación de saldar la totalidad de la deuda después de hacer abandonado el piso embargado.

Los indignados griegos, los españoles, los del resto de países son una olla en ebullición. Conviene que se dé alguna salida frente a tanta presión si no se quiere que la olla explote.

A ver.    

2 comentarios:

  1. Me temo que alejan, a fuerza del esfuerzo de los de siempre, la debacle económica, y ¿te acuerdas de aquello de las barbas y el vecino?

    Besos

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  2. A ver si es cierto que se les puede acusar de -presuntos, por supuesto- crímenes contra la humanidad. (Hablando de banqueros).

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