martes, 27 de septiembre de 2011

La fisiognómica

Julio Caro Baroja fue un antropólogo, historiador y ensayista en cierta medida víctima de su entorno familiar y de su propia exuberancia. Sobrino del escritor Pío Baroja y del pintor Ricardo Baroja y autor de una obra abundante y multidisciplinar, su imagen llegó a ser frecuente en la televisión de los años setenta y ochenta
Escribió sobre arte, sobre literatura, sobre costumbres, sobre brujería, sobre su propia familia, sobre mitología, etnología, tradiciones y hasta de los molinos de viento. Pocos asuntos que interesaran a la sociedad quedaron fuera de su óptica. Entre esta dilatada producción, hay un libro que me llamó la atención y que leí hace muchos años: “La cara, espejo del alma: historia de la fisiognómica”.

Sintetizando al máximo, en él estudia la relación que hay entre el carácter y los rasgos de la cara para llegar a la conclusión que adelanta el título: la cara es el espejo del alma.

Quienes por su profesión tienen mucho trato con otras personas aprenden también que, más allá de lo que expresen las palabras, hay gestos, miradas, vibraciones de la voz, que indican tanto o más que el mensaje y, frecuentemente, de manera más sincera. Es lo que se llama la comunicación no verbal.

El expresidente Aznar es un claro ejemplo de ello. No importa sobre lo que verse su discurso, su forma de expresarlo habla mejor que él mismo de su prepotencia, de su rabia contenida, del rencor que arrastra. También lo es Rodríguez Zapatero. Le cuadraba el epíteto de Bambi por ese aire peterpanesco que emana; su expresión de estar como ausente, que en principio parecía ingenuidad, luego se demostró que era real: estaba ausente.

Pero la demostración cabal de que la teoría de Caro Baroja es la verdad revelada es el rostro de ese Alessio Rastani que se ha adueñado de youtube y de las redes sociales. Se trata de un pollo joven, allá por la treintena, de facciones correctas, bien peinado, bien trajeado –si acaso esa corbata rosa, un punto osada- que es reclamado por la BBC –un medio serio donde los haya- para exponer su criterio acerca del plan de rescate de la Eurozona.

El tal Rastani responde sin ambages que a él se le da un ardite lo que pase en Europa y en el resto del mundo, que lleva tres años esperando que se hunda el sistema económico para dar el tiro de gracia a los desgraciados que han creído en la solvencia de ese sistema y quedarse con sus ahorros. Esta es la oportunidad. No sólo para la elite, cualquiera puede hacer dinero, es una oportunidad.

Hay que mirar bien la cara del mozo. Su expresión, sus ojos, el movimiento de los labios, para caer en la cuenta de que no hay nada detrás. Está vacío. No sólo de principios, que es evidente. De sentimientos. Es un chafarrinón de persona.

Ello no merma verdad a sus palabras. Esta es la ocasión de tipos como él, la hora de hacerse ricos de una vez y para siempre. Ahora que los ciudadanos del mundo estamos adormecidos con el estómago lleno y los políticos han dimitido de su profesión y han dejado la autoridad y el poder en manos de Goldman Sach.

4 comentarios:

  1. Miedo....y asco, pero más miedo.

    No parece que seamos capaces de dar ni medio paso en alguna dirección que no sea hacia el abismo.

    Besos

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  2. Tengo la sensación de que estamos en el filo mismo del abismo. Vértigo da

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  3. ¡Menos mal que me han pillado sin ahorrillos!
    Pero me fastidian un montón estos niñatos que juegan al palé en el tablero grande.
    Un besino.

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  4. ¡Ah!
    Que el palé ahora se llama "Monopoly".
    Ya ves tu!!!!

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