martes, 20 de noviembre de 2012

Tras el 20-N: Justicia aritmética o justicia poética

Hay fechas que podrían desaparecer del calendario y pocos las echarían en falta. El 20 de noviembre es una de ellas.

Durante décadas, exactamente desde 1936 a 1975, esta fecha remitía sin remedio a José Antonio Primo de Rivera, primero el Ausente y luego el omni-Presente. El fundador de la Falange Española fue uno de los santos de obligada veneración durante la dictadura franquista. Cada 19 de noviembre partía de la casa familiar de los Primo de Rivera, en la calle Génova, una comitiva fúnebre que al día siguiente rendía homenaje al Fundador en su tumba del Valle de los Caídos.

La decadencia física del general Franco era evidente mucho antes de 1975 –recuérdese al efecto las imágenes temblonas y llorosas durante el funeral de Carrero Blanco- pero a partir del 1 de octubre de aquel año se precipitó sin remedio. La versión oficial sostuvo que se enfrió al presidir desde el balcón del Palacio Real la manifestación de adhesión inquebrantable de quienes aplaudían las ejecuciones –cinco hombres jóvenes- firmadas por el general a finales de septiembre. Lo cual, de ser cierta, como parece, no dejaría de ser una suerte de justicia poética.

La agonía del dictador fue retransmitida en tiempo real. Cada mediodía y cada noche de aquel mes y medio el diario informativo de RNE de obligada conexión entonces –popularmente, el Parte- daba cuenta del diagnóstico del “equipo médico habitual”, cada vez más oscuro, más enrevesado.

Los españoles, acostumbrados a leer entre líneas, eran conscientes de que se aproximaba la hora final del dictador. Dos teorías acerca de la fecha final hicieron fortuna por entonces. La primera señalaba que los médicos trataban de mantenerlo con vida –aunque fuera aparente- para hacer coincidir su muerte con la de José Antonio, el 20-N. La segunda era más enrevesada y apuntaba a una cierta justicia aritmética. La muerte de Franco estaba escrita en su propia deslealtad. 

¿Cuándo se produjo el alzamiento militar?, preguntaban entonces los entendidos en la materia. El 18 de julio del 36, respondías. ¿Cuándo terminó la guerra civil?, insistían. El 1 de abril del 39, contestabas. Muy bien, ahora suma ambas fechas, día, mes y año y conocerás qué día va a morir el general golpista. Tú sumabas 18+1= 19; 7+4=11; 36+39=75. El 19 de noviembre de 1975. Pero la familia ha ordenado a los médicos que ese día no se muera, aseguraban los entendidos.

Los periodistas que siguieron la agonía desde el hospital de La Paz contaron que en la noche del 19 se produjeron indicios de que el difunto había muerto. De hecho, las rotativas estaban preparadas para dar la noticia al menos desde las 10 de la noche de ese día pero no fue hasta la madrugada del 20 cuando la agencia Europa Press emitió el teletipo oficializando el óbito. Luego, Arias Navarro aparecería en TVE con el ya famoso: Españoles, Franco ha muerto.

A partir de entonces pudo recordarse que ese mismo día, en 1936, además de José Antonio había muerto también Buenaventura Durruti, personaje con ribetes míticos entre los anarquistas.

Con esos antecedentes sólo a José Luis Rodríguez Zapatero se le hubiera podido ocurrir convocar elecciones generales el 20 de noviembre de 2011. Lo que venimos padeciendo desde ese día los españolitos de a pie no está escrito en los papeles.

Hemos llegado a un punto que ya sólo nos queda esperar alguna suerte de justicia poética y aritmética que venga a sacarnos de semejante atolladero.

10 comentarios:

  1. Los números son caprichosos y jugar con ellos "explica" muchas cosas... son tan sufridas las matemáticas.

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    1. En efecto, Sergio, los números son caprichosos y las matemáticas sufridas pero unas veces coinciden y otras, no.

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  2. Hoy me niego a esta efeméride, por principio.

    Besos

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  3. Estas cosas dan miedito....mira, aunque se hubiera muerto el 20 de verdad, o el 18....a mí ya me vale eso de la profecía ¡podió!
    ¡Con 365 días para elegir, y va a morirse en ese!!!!

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    1. Esa es la justicia aritmética. Me encanta, no lo puedo remediar.

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  4. Un poco espeluznante eso de que se dio la muerte oficial el dia 20 pero con esta gente cualquier cosa.
    Me ha gustado mucho tu post!
    Un

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  5. yo siempre pense que llevaba muchos dias muerto, por razones de no se que, esperaron.
    a lo mejor esperaban que el brazo de santa teresa que tenia en su dormitorio lo resucitara jjajaajajajja.

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    1. Si es cierto que al final de la vida sólo se tiene lo que se ha dado, el difuto tenía mucha muerte,sí.

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